En la página web de Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) se encuentran descubrimientos y estudios desarrollados por el reconocido científico venezolano Humberto Fernández-Morán, informó la ingeniera y presidenta del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), Gloria Carvalho.
“Fernández-Morán desarrolló la única instrumentación que había en el mundo para estudiar los materiales que venían de la Luna. Las rocas lunares, todo lo que se trajo en todas las misiones de exploración de la Luna… Hoy día es público, se puede acceder en la página de la NASA, fueron estudiadas por Humberto Fernández-Morán”, dijo en una entrevista al sitio web La Iguana.
Explicó que Fernández-Morán “estaba propuesto para hacer una misión a la Luna, porque se dieron cuenta que las cosas que traían de la Luna se contaminaban al llegar a la tierra, entonces esto no ha sido formalmente desclasificado, pero está entre los documentos originales de Fernández-Morán”.
Al destacado científico venezolano “la NASA le encomienda construir 4.000 metros cuadrados de laboratorio en lo que llaman condiciones de limpieza extrema, para que no se contaminara el material vivo que traían del espacio exterior”, explicó Carvalho.
Carvalho es la escritora del libro “Descubrir lo invisible: Humberto Fernández – Morán, el tecnólogo atómico”, presentado recientemente por el presidente Nicolás Maduro. En este sentido, comentó que escribir la obra “fue descubrir de dónde venimos, descubrir cómo se gestó la ciencia en nuestro país».
«En palabras del propio Fernández-Morán, él dice que nuestra historia está amalgamada a la historia de la independencia y menciona siempre los valores de nuestros libertadores, y hablaba de la generosidad que tuvieron nuestros libertadores en ir a llevar la libertad a otros espacios, a otras tierras”, acotó.
Un científico venezolano de referencia mundial
Carvalho asegura que sobre la vida y obra de Humberto Fernández-Morán “hay mucho más por descubrir, unas raíces valiosas. Es como que si un día te despiertas y te das cuenta que gracias a tus antepasados el mundo tiene hoy un aparato de rayos X, un aparato de un resonador electromagnético, un medicamento para el cáncer, un aparato para tratar las cataratas, y que nadie te cuente eso, de verdad que pareciera como intencionado”, comentó.
Añadió que la magnitud del trabajo científico de Humberto Fernández-Morán es sumamente importante.
“Pasarán muchos años para que terminemos de ver la magnitud del trabajo de Humberto Fernández-Morán porque aún al sol de hoy, a pesar de que han pasado 50 años, hay documentos que han tenido la negativa de desclasificación”.
Humberto Fernández-Morán fue un médico y reconocido científico venezolano en el campo de física y biología y es reconocido además por su más grande invento, el bisturí punta de diamante.
En el libro «Descubrir lo invisible Humberto Fernández–Morán, el tecnólogo atómico” de 215 páginas y una galería ilustrada, nace con el objetivo de reivindicar los trabajos de investigación científica y el legado del padre de los usos pacíficos de la energía nuclear en todo el continente americano.
Oficina de Gestión Comunicacional del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología / Periodista: Amarilis Palacios.
El ser humano se encuentra sumergido en la era tecnológica, rodeado de dispositivos que lo conectan con el mundo, desde el teléfono móvil que lleva en el bolsillo hasta el televisor que preside en la sala de su casa o habitación. Esta importante herramienta se ha convertido en una extensión que forma parte del ser. Pero… ¿Qué ocurre con estos aparatos al desecharse? ¿A dónde van a parar realmente? La respuesta, lejos de ser simple, esconde una realidad inquietante que afecta a todas y todos.
Imagina por un momento la cantidad de dispositivos electrónicos que se desechan cada día en el mundo. Millones de teléfonos móviles, computadoras, televisores, impresoras, refrigeradores, lámparas led, entre otros; se han convertido en una montaña creciente de «basura electrónica», lo que ha generado un problema multifactorial que impacta significativamente al ambiente y la salud a nivel mundial.
Las palabras Electronic Waste o “residuos tecnológicos”, también conocido como E-Waste, es un término utilizado para referirse a los desechos o basura generados por productos electrónicos en desuso, que hayan culminado su vida útil; esto incluye una amplia variedad de dispositivos y equipos sumamente contaminantes debido a los elementos que los componen como el cobalto, galio, mercurio, cromo, cadmio, litio, entre otros.
Un estudio realizado por la Universidad de McMaster en Canadá, reveló que solo en el caso de los teléfonos móviles se utilizan el 80% de los elementos de la tabla periódica y más de la mitad de la población posee uno.
El peligro de los componentes electrónicos
La extracción de una gran cantidad de elementos químicos para la fabricación de equipos electrónicos y eléctricos tiene un impacto ambiental considerable, incluyendo la degradación de ecosistemas, contaminación del suelo, agua y emisión de gases de efecto invernadero. Hay que destacar que, la industria tecnológica se encuentra en el top diez de los máximos contaminantes a nivel mundial, debido a la responsabilidad que tiene por producir el 5.5% de las emisiones de carbono en el mundo.
Es interesante saber que sustancias como el arsénico, plomo, mercurio, cobre, entre otros; que se encuentran en el suelo, agua, cenizas, sedimentos y el aire de los grandes vertederos de chatarra, producen efectos adversos en el planeta y la salud humana. Un ejemplo de ello es la batería de níquel-cadmio, que se encuentra mayormente en los equipos electrónicos portátiles; esta puede llegar a contaminar 16.000 litros de agua y un televisor puede polucionar alrededor de 80.000 litros.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), señala que existen dispositivos que son altamente tóxicos, incluso podrían llegar a ser cancerígenos. Estos son conocidos como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) que pueden dispersarse a través de grandes distancias mediante el viento o las corrientes oceánicas, resistiendo a la degradación ambiental y acumulándose en el tejido de los organismos vivos.
Hay que tener en cuenta que, la gran cantidad de elementos que albergan en el interior de los dispositivos electrónicos pueden causar diversos daños en la salud, especialmente el mercurio que produce daños al cerebro y el sistema nervioso, el plomo que potencia el deterioro intelectual debido al efecto perjudicial que tiene en el cerebro y el sistema circulatorio; y el cromo, el cual está altamente relacionado con afecciones en los huesos y los riñones.
Es realmente preocupante ahondar en el tema, ya que según el Monitor Mundial de Desechos Electrónicos 2020 (Global E-Waste Monitor) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), en el año 2019 se generaron 53.6 millones de toneladas de desechos electrónicos en el mundo, y la cifra aumenta aproximadamente a 2.5 millones de toneladas al año, de las cuales solo un 17.4% se recicla correctamente. De continuar estas cifras, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que se podrían alcanzar los 120 millones de toneladas de chatarra para el 2050.
Para muchas personas es completamente ajeno pensar que los residuos electrónicos son un problema que se encuentra en constante crecimiento. Según un artículo publicado en el portal web “Expansión” en el año 2021, la cantidad de desechos aumentó tres veces más rápido que la población mundial y existen 347 millones de toneladas métricas de estos aparatos en todo el planeta.
Camino hacia una Latinoamérica con futuro sostenible
Alfredo Cueva, Oficial de Desarrollo Industrial de la Onudi, mencionó en el año 2015 que el tema de la “basura electrónica” ha cobrado suma importancia en los últimos tiempos, sobre todo en América Latina.
«Debido al crecimiento económico acelerado y nivel de desarrollo de la región, la cantidad de basura electrónica está creciendo incluso más rápido que en otras regiones», expresó.
Como una medida de prevención ante el vertiginoso aumento de los residuos electrónicos en el continente donde el 97% de ellos se gestionan de manera inadecuada, la Onudi propuso el proyecto ONUDI-FMAM para el “fortalecimiento de las iniciativas nacionales y mejora de la cooperación regional para el manejo ambientalmente racional de los COP en los desechos de equipos eléctricos o electrónicos (RAEE)”, implementado desde el año 2018 y culminado recientemente el pasado año 2024.
El mismo, asiste a 13 países de la región en cuanto a asesorías para la actualización de regulaciones en el área, también busca armonizar aspectos clave de las políticas de residuos electrónicos, fortalecer la cooperación regional e intercambiar conocimientos que permitan el reciclaje óptimo para el aprovechamiento de materiales reutilizados, además de capacitar y sensibilizar al personal técnico. De esta manera se protege el ambiente de los residuos peligrosos, recupera materias primas y proporciona productos restaurados alargando su vida útil.
Según el informe elaborado por el Programa de Ciclos Sostenibles (Scycle), copatrocinado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU por su sigla en inglés) y el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (Unitar), participan países como Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Dentro del marco del también llamado “Proyecto Residuos Electrónicos América Latina (PREAL)”, se han desarrollado diversas estrategias para fortalecer las capacidades de cada nación en cuanto a su propia necesidad en temas relacionados con el manejo ambientalmente racional de los RAEE, incluyendo la recolección, tratamiento, reciclaje y la gestión de contaminantes peligrosos.
Un componente clave de este proyecto ha sido la capacitación y formación de casi 15 mil personas en Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá y Venezuela, así como también se han enviado 230 toneladas métricas de equipos como computadoras, celulares y electrodomésticos para su gestión ambientalmente racional. Es importante considerar que a pesar de los altos índices de desechos que se generan en América Latina y el Caribe, existen países con instalaciones para el tratamiento de residuos electrónicos especializados para algunas categorías y/o determinados productos.
Venezuela cuenta con instalaciones que realizan actividades relacionadas con el tratamiento de RAEE donde se puede destacar la conformación de los comités (nacional y científico) de RAEE y el fortalecimiento de las mesas técnicas de aseo, esto como resultado del trabajo conjunto entre el Estado venezolano, organizaciones no gubernamentales, sector privado e instituciones educativas que buscan establecer un marco para la gestión adecuada de estos residuos.
Cayapa Heroica: Reutilización y resiliencia tecnológica en Venezuela
Una de ellas es el plan nacional Cayapa Heroica, como iniciativa de la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), impulsada por el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt). Si bien su objetivo principal se centra en la recuperación y reparación de equipos médicos, tecnológicos y de telecomunicaciones, esenciales para el funcionamiento de instituciones públicas, educativas y hospitalarias, su labor contribuye significativamente a la reutilización de equipos electrónicos y eléctricos.
Al reparar y poner nuevamente en funcionamiento más de 6 mil dispositivos hasta la fecha, que de otra forma podrían convertirse en residuos, la Cayapa Heroica no solo optimiza recursos y fortalece la independencia tecnológica del país, sino que también promueve una cultura de reutilización y extiende la vida útil de los equipos, mitigando así la generación de RAEE y fomentando prácticas más sostenibles.
En este sentido, Jarson Manjarrés, jefe de la Unidad de Sistemas Inalámbricos de la Fundación Cendit mencionó que, en el proceso de reparación de estos equipos electrónicos y eléctricos, se pueden reutilizar componentes de algunos que estén dañados para reparar otros.
“En el caso de la Fundación, ofrecemos apoyo a otras instituciones hermanas en la revisión, mantenimiento correctivo y preventivo, y reparación de distintos equipos; un ejemplo de ellos son las fuentes conmutadas que se usan para alimentar de energía el servidor de las radio bases, para que estas puedan transmitir en óptimas condiciones las señales móviles o de Internet. Desde el 2021 hasta la fecha tenemos un aproximado de 400 equipos de este tipo que se han recuperado satisfactoriamente”, señaló.
De la misma manera, el país cuenta con un conjunto de instrumentos legales y normativas que tienen como finalidad regular los desechos peligrosos, una de ellas es la recién publicada Resolución N.º 022, establecida el pasado 30 de abril del 2024. Esta normativa representa un avance significativo para Venezuela, específicamente en el tema de la gestión de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
Este tipo de reglamento se dispone a fin de reducir la generación de RAEE, promoviendo prácticas de consumo responsable y la extensión de la vida útil de los aparatos electrónicos. Acompañada del ordenamiento jurídico de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Ley Orgánica del Ambiente, Ley Penal del Ambiente y la Ley de Gestión Integral de la Basura. En este sentido, el Estado venezolano busca asegurar el aprovechamiento, valoración y disposición final adecuada de estos residuos, fomentando la recuperación de materiales valorizables y minimizando los impactos ambientales negativos.
La gestión responsable de los residuos electrónicos es una tarea urgente y necesaria. El futuro del planeta y la salud de las personas dependen de ello. Es un desafío global que exige la atención y la acción coordinada de todos. Concienciar sobre el impacto ambiental y en la salud de estos desechos, promover prácticas de consumo responsable, apoyar iniciativas de reutilización y reciclaje, e impulsar el desarrollo de marcos legales sólidos son pasos fundamentales para construir un futuro más sostenible y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.
En el marco de su segundo encuentro del año, la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), ahondó en temas de suma importancia para el país en materia de energía nuclear, que se llevan a cabo a través del Programa de Cooperación Técnica (PCT) del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
A cargo de Yaremi Gamboa, jefa de la Unidad de Propagación y Antenas en la institución y asistente nacional en la Oficina Nacional de Enlace en Venezuela ante el OIEA; quien desempeña labores en la coordinación e implementación de los programas de cooperación técnica del organismo en el país. Con la presencia de todos los trabajadores y trabajadoras se crea este espacio para intercambiar conocimientos y actualizar al personal en información relevante que los involucra directa o indirectamente.
El PCT es el mecanismo principal por el que se transfiere tecnología nuclear a los Estados que forman parte del OIEA, a partir de sus necesidades como nación y se les ayuda a atender prioridades clave para su desarrollo en diversas áreas mediante el uso de estas tecnologías con fines pacíficos. Este programa se centra en transferir conocimientos, tecnología y equipamiento; además fortalece las capacidades humanas e institucionales de cada uno de sus miembros.
Gamboa señaló que Venezuela forma parte del OIEA desde sus inicios en el año 1957 y que al ser miembro, participa activamente en proyectos y actividades del PCT en diversas áreas, como salud, agricultura, ambiente y aplicaciones industriales de la tecnología nuclear. De esta manera, mencionó que actualmente el país emplea una variedad de proyectos que abarcan campos cruciales para su desarrollo como “Atoms4Food”, una iniciativa empleada para aumentar la seguridad alimentaria y mejorar los cultivos mediante aplicación de tecnologías nucleares.
Asimismo, el proyecto “Hidrología Isotópica”, se encarga del uso de técnicas que emplean isótopos (átomos con el mismo número de protones pero diferente número de neutrones) para estudiar el ciclo del agua y así abordar problemas relacionados con la gestión de los recursos hídricos. Un tema imprescindible para el país es la salud, por ello el Estado venezolano integra el proyecto “Rayos de Esperanza”, a fin de mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, especialmente el cáncer, mediante técnicas de medicina nuclear y radioterapia.
Finalmente, Venezuela participa en el proyecto “Nutec Plastics”, como una iniciativa para abordar el problema mundial que supone la contaminación por plásticos, particularmente los microplásticos en el punto de origen, mediante la introducción de nuevas tecnologías para mejorar el reciclaje de estos, y en el océano, donde termina el grueso de los desechos.
Se puede decir entonces que proyectos como estos ejemplifican cómo la aplicación pacífica de la tecnología nuclear, a través de la cooperación internacional, aborda desafíos nacionales críticos en materia de seguridad alimentaria, gestión de recursos hídricos, salud y protección del ambiente,para fortalecer no solo las capacidades técnicas e institucionales de Venezuela, sino también impulsar soluciones innovadoras y sostenibles para el bienestar de la población y el progreso del país.
La ciencia cuántica es la rama de la física que estudia el mundo de lo extremadamente pequeño como los átomos, electrones, y la manera de interactuar entre sí. Esta tecnología representa una oportunidad importante para el avance del mundo, ya que es una herramienta que permite dar respuesta a las necesidades sociales, económicas, ambientales, científicas y tecnológicas de los países que la aplican.
A nivel mundial solo 30 países poseen acceso a la computación cuántica, en el caso de la región de América Latina y el Caribe se encuentra en un momento crucial para la incorporación y el desarrollo de esta tecnología, en la que cada vez son más las naciones que apuestan a su aplicación para lograr un mayor rendimiento en sus proyectos.
La Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), organizó un espacio con todos los trabajadores y trabajadoras para compartir conocimientos básicos en el tema, liderado por el director ejecutivo, Dino Di Rosa, Magíster en Investigación de Telecomunicaciones a Alta Frecuencia.
La actividad generó un intercambio de ideas que visualizó algunas de las iniciativas y aplicaciones que apuntan hacia dónde va esta tecnología en áreas importantes como la Criptografía Cuántica, que permite la creación de sistemas de comunicación seguros imposibles de interceptar con la tecnología actual; Comunicaciones Cuánticas, que facilita la transmisión de información utilizando qubits (unidad básica de información en la computación cuántica); y la Computación Cuántica para Optimización de Redes, donde las computadoras cuánticas podrían mejorar el diseño y la gestión de redes de telecomunicaciones, aumentando la eficiencia del sistema comunicacional.
Di Rosa resaltó que la institución cuenta con profesionales altamente capacitados para desarrollar investigaciones, productos y servicios innovadores, a través de los conocimientos que poseen para ofrecer soluciones tecnológicas que respondan a las necesidades del país. Asimismo, existen instituciones académicas y centros de investigación en Venezuela con capacidades en física, matemáticas e ingeniería para el desarrollo de la ciencia cuántica en telecomunicaciones.
El encuentro sirvió como un espacio para conectar con los investigadores venezolanos, para discutir las oportunidades de desarrollo de proyectos de investigación conjunta, además, de presentar un panorama general de las tendencias actuales en investigación cuántica a nivel mundial y su impacto en diversos sectores.
Hay que recordar que, el pasado mes de mayo del 2024 la nación de Ghana presentó ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una resolución formal para proclamar el 2025 como Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas (IYQ, por sus siglas en inglés); con motivo de rendirle tributo al centenario que se cumple desde los primeros trabajos de la mecánica cuántica.
Dicha resolución fue copatrocinada por más de 70 países, con un amplio apoyo de la comunidad científica internacional y gobiernos nacionales; esto con la finalidad de despertar en el público la conciencia sobre la importancia e impacto de la ciencia cuántica y sus aplicaciones en todos los aspectos de la vida como la energía, educación, salud humana, comunicaciones, entre otros.
En su cuenta de Telegram, la vicepresidenta Sectorial de Ciencia, Tecnología y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, planteó que la computación cuántica avanza a pasos agigantados para crear una verdadera revolución tecnológica y afirmó que el desarrollo de la computación cuántica podría ser beneficioso para el país.
“La seguridad informática, la biomedicina, el desarrollo de nuevos materiales y la economía, son algunos de los ámbitos que pueden verse beneficiados por el uso de esta tecnología, pero es necesario tener mayor acceso para que nuestros países puedan gozar de estos beneficios”.
Si bien el desarrollo de la ciencia cuántica en las telecomunicaciones en Venezuela se encuentra en una etapa inicial, existen oportunidades importantes para avanzar en este campo. La capacidad académica y el contexto del Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuántica son factores bases para impulsar el desarrollo de esta tecnología en el país, lo que inspira a la formación de talento humano y la colaboración internacional para aprovechar al máximo el potencial de la cuántica en las telecomunicaciones de la región.
El primer Encuentro de la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), se orienta a las perspectivas para fortalecer el sector de las telecomunicaciones en el país de cara al 2025, liderado por el director ejecutivo, Dino Di Rosa, Magíster en Investigación de Telecomunicaciones a Alta Frecuencia.
Acompañado de todos los trabajadores y trabajadoras de la institución, se abordan temas significativos en el área, enmarcados principalmente en los cinco ejes de gestión que impulsa el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), los cuales están establecidos para construir un futuro tecnológico soberano e innovador en Venezuela, desde la reserva generacional del pensamiento y la inventiva infantil, juvenil y adulta; así como el fortalecimiento de la infraestructura de espacios para la actividad científica y tecnológica.
Del mismo modo, el impulso de alianzas nacionales e internacionales en el sector científico productivo tendrá mayor auge como un factor determinante para la diversificación de la economía venezolana, facilitando la transferencia de tecnología en áreas como la agroindustria.
Asimismo, Di Rosa señaló que la Fundación Cendit se encuentra comprometida con la promoción de la innovación en Venezuela desde el desarrollo de soluciones locales con talento nacional, y que para el año en curso se consideran áreas cruciales para construir la soberanía tecnológica que requiere el país, donde destaca la Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning (ML); Internet de las Cosas (IoT), Realidad Aumentada (AR) y Realidad Virtual (VR), Energía y Sostenibilidad, Robótica, Educación, Ciberseguridad, y Tecnología Cuántica.
Cabe resaltar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Asamblea General de las Naciones Unidas, proclamaron el 2025 como el Año Internacional de la Ciencia y la Tecnología Cuánticas, para conmemorar un siglo transcurrido desde los primeros desarrollos de la mecánica cuántica, con el objetivo de aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la ciencia cuántica y sus aplicaciones.
Dada la experiencia en telecomunicaciones, el talento humano que tiene el ente adscrito al Mincyt y la importancia estratégica que tienen las tecnologías cuánticas será de gran beneficio que instituciones como el Cendit exploren las posibilidades de contribuir en campos como la computación y comunicación cuántica, desde la investigación, la inventiva y el ingenio.
La formación de investigadores y profesionales en el área es crucial para el desarrollo de esta tecnología en Venezuela y la fundación posee proyectos relacionados con la transmisión de datos a altas velocidades y las herramientas en el manejo de redes de fibra óptica.
El primer Encuentro Cendit ha trazado un camino claro hacia un futuro tecnológico prometedor para Venezuela. Con un enfoque en la innovación, investigación y el desarrollo del conocimiento para alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
En conclusión, al abordar áreas estratégicas como la inteligencia artificial, la ciberseguridad y las tecnologías cuánticas, la institución demuestra su compromiso con la construcción de una nación sostenible. El año 2025 se perfila como un hito en esta trayectoria, donde los avances logrados por el Cendit contribuirán significativamente al desarrollo científico y tecnológico del país.
En su cita semanal, la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), realizó la quinta ponencia de los Encuentros Cendit para crear un espacio de intercambio de conocimientos con profesionales de todas las áreas que conforman la institución desde técnicos hasta administrativo, donde se tratan temas de suma importancia para el desarrollo tecnológico de Venezuela.
La conferencia “Ciclo de Combustible Nuclear” estuvo a cargo de la investigadora y jefa de la unidad electrónica de comunicaciones, Carlelinés Gavidia, formada académicamente con una especialización en seguridad nuclear, auspiciada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), realizada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina y el curso de protección radiológica que ofrece el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
Gavidia conversó sobre los procesos y subprocesos que se deben cumplir para transformar el uranio que se consigue en la corteza terrestre, especialmente en países como Canadá, Argentina y Australia; en un elemento que se pueda utilizar como generador de energía eléctrica a través de un reactor de potencia.
De esta forma, indicó que en el mundo existen 844 reactores nucleares de los cuales 415 son de potencia y otros 228 son de investigación. En ellos, los neutrones chocan con los núcleos de uranio-235, provocando la fisión nuclear y liberando una gran cantidad de energía en forma de calor. Este calor se utiliza para generar vapor que acciona una turbina y produce electricidad.
El uranio es un elemento químico con propiedades radiactivas que tiene múltiples usos, en esta ocasión, Gavidia abordó el rol que cumple como combustible en las centrales nucleares, así como las fases para su fabricación como la extracción y molienda, donde el mineral de uranio es triturado para aumentar la superficie de contacto y facilitar la extracción; además del procesamiento, conversión y reciclaje.
El ciclo del combustible es un proceso complejo que abarca desde la extracción del mineral de uranio hasta la gestión de los residuos radiactivos generados. Este ciclo es fundamental para la producción de energía nuclear, y su entendimiento es clave para evaluar los impactos ambientales y sociales de esta tecnología.
Dentro de los usos cotidianos y ventajas que tiene se encuentra el isótopo uranio-235 como el principal componente del combustible nuclear. Al someterse a fisión nuclear, libera una enorme cantidad de energía, que se aprovecha para generar electricidad. También, el uranio empobrecido (un subproducto del enriquecimiento de uranio) se utiliza como blindaje contra la radiación en aplicaciones industriales y médicas. En la ciencia e investigación, es un componente vital para determinar la edad de rocas y fósiles, mediante la datación radiométrica.
La actividad culminó con la intervención de los presentes como una interacción bidireccional que complementa el conversatorio, creando un momento para fortalecer el Primer Vértice de la Gran Misión Ciencia, Tecnología e Innovación “Dr. Humberto Fernández-Morán”, impulsada por el Gobierno Bolivariano a través del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), el cual garantiza la siembra y preservación del talento científico nacional, mediante a formación en capacitación y ejercicio ético-científico de niños, niñas, jóvenes y adultos.
El nuevo libro “Descubriendo lo Invisible, Dr. Humberto Fernández-Morán, el tecnólogo atómico” está escrito por la post doctora y presidenta de la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), Gloria Carvalho, con el objetivo de reivindicar los magníficos trabajos de investigación científica y el legado del padre de los usos pacíficos de la energía nuclear en todo el continente americano, el destacado científico venezolano, Dr. Humberto Fernández-Morán, nacido el 18 de febrero de 1924 en el estado Zulia.
Dicho ejemplar, busca crear un vínculo cercano del público en general, sobre todo de la generación de relevo, con el fascinante mundo de la microscopía electrónica; poniendo al servicio de todas y todos los conocimientos, la vida y obra de este majestuoso ser humano; desde sus inicios hasta sus mayores logros. En 215 páginas y una galería ilustrada encontrarás una descripción de sus principales inventos, como la cuchilla de diamante para ultramicrotomía y su impacto en la ciencia, instrumento fundamental para preparar muestras extremadamente delgadas para la observación en el microscopio electrónico.
La presentación del libro la hizo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, durante la inauguración de la Universidad Nacional de las Ciencias, que lleva el nombre del propio científico, haciendo honor a uno de los primeros exponentes de la microscopía y la criomicroscopía electrónica.
La vida y obra de Humberto Fernández-Morán
El Dr. Humberto Fernández-Morán se consagró ante el mundo como uno de los primeros en aplicar la microscopía electrónica al estudio de las células y los tejidos. A lo largo de su carrera, recibió numerosos reconocimientos y honores, incluyendo el Premio John Scott, uno de los más antiguos premios científicos de Estados Unidos.
Fernández-Morán siempre se mantuvo fiel a sus raíces venezolanas. Su compromiso con el desarrollo científico del país lo llevó a fundar el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), institución adscrita hoy al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), y que tiene gran renombre internacional, la cual contribuye significativamente al desarrollo científico de Venezuela, promoviendo la formación de nuevos científicos con talento nacional.
Sin duda, tenía una visión clara para la ciencia venezolana, las investigaciones de Fernández-Morán continúan teniendo un impacto significativo en la ciencia moderna. Sus avances en la microscopía electrónica han sido fundamentales para el desarrollo de campos como la biología celular, la neurociencia y la medicina.
Gloria Carvalho, la voz que rescata el legado de un gigante de la ciencia
Gloria Georgette Carvalho Kassar es una mujer amante de la ciencia que posee estudios en Ingeniería en Electricidad mención Comunicaciones de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Maestría en Ingeniería de las Telecomunicaciones y Doctorado en Dispositivos Electrónicos, ambas en el Politécnico de Turín-Italia, Post-Doctorado en Dispositivos Optoelectrónicos Universidad Tecnológica de Dinamarca, investigadora, Coordinadora de Proyectos, presidenta de la Fundación Cendit, secretaria ejecutiva del Polo Científico Tecnológico y representante de la Oficina Nacional de Enlace (ONE) por Venezuela ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
La iniciativa de escribir este libro surgió con una asignación laboral del OIEA que dio pie para leer muchas bibliografías e información sobre lo brillante que es el precursor de los transistores miniatura, que son dispositivos electrónicos semiconductores utilizados para controlar o regular el flujo de corriente o voltaje.
“Fui descubriendo un universo magnífico y todavía falta muchísimo, pero sobre todo descubrí una gran cantidad de genios venezolanos que hicieron que nuestra vida fuera posible”, expresó la doctora Carvalho. Asimismo, resaltó que Humberto Fernández-Morá no solo es el científico del bisturí de diamante, sino el padre de la ciencia venezolana.
Con este libro, Gloria Carvalho no solo rinde homenaje a un gran científico, sino que también contribuye a la divulgación de las ciencias en Venezuela. Al acercar la figura de Fernández-Morán a un público más amplio, se fomenta el interés por este campo y se inspira a las nuevas generaciones a explorar el apasionante mundo de la investigación.