En septiembre de 2018, se inició una de las experiencias más humanas vinculadas resolver necesidades urgentes del pueblo venezolano, desde el saber y el conocimiento colectivo, haciendo frente a los efectos de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos.
Profesionales y técnicos del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit) respondieron a una solicitud del Gobernador del Estado Bolivariano de Miranda, Héctor Rodríguez, para atender la revisión de incubadoras en el Hospital Victorino Santaella, ubicado en Los Teques, capital de dicho estado.
En virtud de la gran cantidad de aparatos que empezaron a llegar de varios centros asistenciales, las manos dispuestas a ayudar se multiplicaron provenientes de otros entes también del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), entre ellos: el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI), Industrias Canaima, la Superintendencia de Servicios de Certificación Electrónica (Suscerte).
Así, nació la Cayapa Heroica, iniciativa que pasó a ser programa nacional al desplegarse por varios estados venezolanos con la idea de formar voluntarios atraídos por el sentido social de aportar a su comunidad.
La conformación de grupos territoriales ha permitido ganar soberanía con la puesta en funcionamiento de más de 3.800 equipos de las áreas médica, educativa, energética, industrial y otras. Dicha cifra equivale a más de 21 millones de dólares que el país se ha ahorrado en sustitución de importación de piezas y materiales.
Estos hechos han propiciado que, en estos cinco años, el concepto de profesionalismo en Venezuela se estrecha cada vez más con el del amor y el respeto a la vida. Tal actuar del hombre y la mujer nueva se evidencia en los miembros de la Cayapa Heroica, a quienes esta experiencia les ha marcado como seres humanos, según confesó Prissila Noguera, ingeniera Informática de Suscerte y quien ha reparado centenares de equipos en todo el país.
“Inicialmente, a mi me llamaron para apoyar en el tema eléctrico, en la Planta Caruachi (estado Bolívar). Luego, me integro al grupo promotor de la reparación de equipos en general y me mantengo en la Cayapa capacitándome para ayudar de una mejor forma”, indicó.
La “cayapera” contó que desde la adolescencia sintió curiosidad por saber cómo eran los aparatos por dentro. Aún más, debido a que su mamá trabajaba en un consultorio odontológico, donde el esposo de la ortodoncista era técnico electrónico y reparaba las unidades.
En ese entonces, Noguera ni siquiera imaginaba que su curiosidad se convertiría en uno de los pilares de la Cayapa Heroica, ya que sus miembros aplican hasta la reingeniería (ingeniería a la inversa) para entender el funcionamiento de un equipo o pieza. De esta manera, se adquieren nuevos conocimientos y se determina cómo hacer funcionar otra vez un objeto en beneficio de todos los venezolanos.
Hoy día la Cayapa Heroica es un Plan Nacional, proyecto bandera del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, y lo integran todos los entes y Fundacites diseminados en el territorio nacional, siendo los dos primeros núcleos de cayapa formados fuera de Caracas, los de Lara y Nueva Esparta, hoy se suman Amazonas, Aragua, Carabobo, Sucre, Táchira, entre otros, quienes se mantienen dispuestos para todo aquel dispositivo que requiera una mano amorosa que descubra su dolencia y así ofrecerle una nueva oportunidad de seguir prestando servicio al pueblo venezolano.
Prensa Cendit/ Pierina Quintero
Fotografías/ Candi Moncada