Recientemente comenzamos a redescubrir al hombre silenciado por sus convicciones, el patriota, el ferviente bolivariano, el científico mas prominente del continente según múltiples distinciones internacionales que le fueron conferidas en vida, desde un título de la realeza Sueca (1952) con apenas 28 años de Edad, pasando por el Premio John Scott (1967), reconocimientos de la NASA (1979), de la Fuerza Aérea Norteamericana (1979) hasta declararlo en Inglaterra como “Hombre Internacional” de 1993, entre muchos otros premios internacionales, se trata de Humberto Fernández-Morán (HFM), con él conocimos a dos de sus mentores Venezolanos, los también de fama mundial: el filósofo Carlos Brandt y el matemático Francisco José Duarte, ambos amigos de Albert Einstein, comienza a emerger así una historia silenciada y tergiversada, la sorpresa en esta ocasión es que comienzan a aparecer las mujeres y vaya de que forma…
Humberto no escatimó en plasmar el amor y respeto que profesaba por el género femenino en sus discursos, la vida le dio dos hijas que heredarían la pasión por las ciencias. El amor y respeto hacia su esposa Ana Browallius lo plasmó incluso en la entrevista a Albert Einstein que se publicaría en 1979, afirma allí que la remisión de Einstein que le haría llegar a Suecia le cambiaría la vida:
“…Esa es la referencia que me lleva a Suecia. Allí hice mis estudios, estudié física, microscopía electrónica, invente el cuchillo de diamantes y logré el descubrimiento más grande de mi vida: conocí a mi señora, me casé. Eso se debe a esa entrevista”
La preocupación por incorporar mujeres a la actividad científica Venezolana por parte de HFM la hizo pública en varias ocasiones, dejaría testimonio indeleble la frase de HFM recogida por Roberto Jiménez Maggiolo en su libro “Humberto Fernández-Morán,Vida y Pasión de un Sabio”
“Estimular y desarrollar las reservas de talento y capacidad que aún yacen latentes en nuestro pueblo
es meta fundamental, prestando especial atención a la mujer venezolana. Crear el ambiente propicio
para la investigación y la diseminación del conocimiento debe ser máximo anhelo.”
Y es que la vida le dio la oportunidad de acercarse a las 3 pioneras nacionales, las primeras 3 mujeres matemáticas de las que tengamos registro histórico en nuestra patria, con muy alta probabilidad las conoció e intercambió con ellas y ya veremos porqué. Las jovencitas de la fotografía son Delfina Matilde (1878-1974), Adriana Delfina (1879-1969) y Dolores Delfina (1881), ellas no fueron a una escuela formal de niñas, su padre se encargó de educarlas en casa, de transmitirles el amor por la matemática, la física y la astronomía, él era un destacado ingeniero militar, general activo, residenciados en Puerto Cabello donde también había nacido Carlos Brandt en 1875.
En esa época no era sencillo ni común que las mujeres recibieran educación formal, los calculistas de esa época se formaban en “Agrimensura”. En 1893, la Escuela de Agrimensura de la Universidad Central de Venezuela cambió su nombre a Escuela de Ingeniería Civil, la cual fue integrada a la Facultad de Ciencias Exactas a partir de 1895. Delfina Matilde, Adriana Delfina y Dolores Delfina con los bastos conocimientos impartidos por su padre, en física, matemática y astronomía presentaron exámenes de suficiencia y se convirtieron en las primeras mujeres de la historia Venezolana en egresar de la Universidad Central de Venezuela. Se trató de 3 hermanas, ¡las hermanas mayores, BIOLÓGICAS, de Francisco José Duarte Isava (1883-1972)!, el matemático amigo de Albert Einstein, el que calculó con tan solo 19 años 200 decimales de Pi. El matrimonio entre el General Francisco Antonio Duarte Sánchez y Delfina Matilde de Isava y González, tendría 10 hijos, siendo al menos 4 de ellos amantes de la matemática, egresados de la UCV: las 3 primeras mujeres universitarias de nuestro país y el calculista de fama mundial.
Pero Francisco José tampoco fue a la escuela formal, se formó en casa, como sus hermanas mayores, tal como se reporta en las pocas biografías que se consiguen de él,. Sus hermanas mayores obtuvieron su título en 1899 en la Universidad Central de Venezuela, tres años antes de la formulación de los 200 decimales de Pi, ¿Serían sus hermanas quienes lo formaron en matemáticas?¿Sería más bien una construcción matemática colectiva de la familia Duarte Isava? ¿Eran ellas las autoras de los cálculos de Pi, de logaritmo, de “e”?… tal vez nunca lo sabremos, pero por ahora estamos desvelando un vínculo inédito entre las primeras 3 mujeres egresadas de la UCV con uno de los matemáticos mas reconocidos del siglo XX, amigo de Albert Einsten. Francisco José Duarte, el hermanito menor de estas pioneras seguiría al calco el ejemplo de sus hermanas mayores, se matriculó en la Universidad Central de Venezuela en Ingeniería Civil, título que obtendría en 1908 en esa misma casa de estudios.
Humberto Fernández-Morán dejó testimonio escrito del afecto y la importancia de Francisco José Duarte Isava en su vida, mas que como mentor inspirador, como el sustituto de la figura paterna que Humberto había perdido en 1949, él lo remitió junto con Carlos Brandt con Albert Einstein. Francisco José Duarte acompañó a Humberto a la reunión de usos pacíficos de la energía nuclear en Naciones Unidas (1955) en calidad de asesor, le apoyó en los estudios geológicos para la selección del lugar que sería sede del Instituto Venezolano de Investigaciones Cerebrales y Neuronales IVNIC, hoy IVIC, también postuló a Humberto para su inclusión en la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela. Bajo esa consideración de “padre sustituto” expresada por el propio Humberto, las primeras 3 mujeres graduadas en Venezuela serían “tías” afectivas de nuestro Humberto.
En 1969, Francisco José Duarte Isava se convierte en el primer Venezolano a quien se le erige un busto en vida, en la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela, la mayor de sus hermanas Delfina Matilda Duarte Isava aún vivía para ese momento. Siguen aflorando las muestras de “los genes del éxito” que acompañan a los venezolanos y venezolanas como siempre nos recordaba HFM.
Gloria Carvalho Kassar – Presidenta del Cendit