Ley Orgánica de Telecomunicaciones cumple 23 años al servicio de la Patria

Para regular el sector de las telecomunicaciones en Venezuela, el 12 de junio del año 2000 se promulga la Ley Orgánica de Telecomunicaciones, amparados en el Artículo 110 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece que la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación son de carácter público.

La norma nace para proteger la soberanía nacional en materia de telecomunicaciones ante la arremetida del capitalismo en Latinoamérica, que busca privatizar los servicios públicos como la electricidad y el agua.

Su finalidad es garantizar un servicio de calidad a todos los usuarios y usuarias; así como proteger y defender derechos humanos como la educación, salud, seguridad social, infraestructura productiva, entre otros.

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones se establece como una plataforma para impulsar no sólo la economía del país sino también el desarrollo integral del ser humano, quedando como un derecho necesario.

En Venezuela, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) se encarga de velar y hacer cumplir lo establecido en el reglamento, como instituto autónomo y con personalidad jurídica que se encuentra bajo la tutela del Estado.

Esta institución hace cumplir el esquema sancionatorio a todos aquellos entes que no cumplen con lo estipulado; además, controla el uso y la comercialización de los recursos inherentes a las telecomunicaciones: ancho de banda o espectro radioeléctrico, espectro radioeléctrico satelital, entre otros.

El presidente del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), Dino Di Rosa indicó que las telecomunicaciones están cada vez más presentes en la vida de las personas y de su cotidianidad.

“Ciertamente, el Cendit no es un prestador de servicios de las telecomunicaciones, pero aun así está en su deber regirse por lo establecido en esta normativa, nuestra fundación aporta a la verificación de la compatibilidad de todos los equipos que llegan con la red para garantizar que estos no se interfieran, no produzcan daños a otros sistemas o entre sí”, destacó.

Asimismo, mencionó que la Fundación tiene como objetivo el desarrollo e investigación de dispositivos industrializables relacionados con las telecomunicaciones. Se encarga, también, de efectuar ensayos y pruebas para verificación de la compatibilidad de todos los equipos que llegan con la red.

“La fundación no solo tiene el deber de cooperar con los organismos de regulación, sino que tiene una responsabilidad: asumir y corroborar que los dispositivos estén dentro de los estándares permitidos”, puntualizó.

Prensa Cendit – Isabel Hernández