Inteligencia artificial ¿Oportunidad o amenaza?

En vista del cada vez mayor interés en la inteligencia artificial (IA), el Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit) realizó un conversatorio dirigido a todo el personal para responder interrogantes sobre el tema, con el objetivo de socializar los conceptos e implicaciones éticas del mismo, además de puntualizar lo que se está haciendo al respecto en Venezuela.

Así y con la certeza de que el conocimiento empodera, el presidente del Cendit, Dino Di Rosa, abrió la actividad visibilizando la enorme relación de la IA con las telecomunicaciones y, por ende, con la institución. Además, ilustró con ejemplos reales los alcances de esta tecnología en países como China y Japón, en los cuales cada día aumenta más la automatización de procesos, gracias a algoritmos sustentados en la información que se aloja en la red (big data).

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Di Rosa recalcó la preocupación de los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el cual se abrió un foro para tratar el tema ético al momento del uso de los datos por parte de los desarrolladores de inteligencia artificial. “Las decisiones del ser humano tienen un componente emocional, a partir de reacciones químicas que se producen en el cuerpo. Estas emociones, si bien luego son racionalizadas, difícilmente podrán ser sustituidas completamente por un sistema electrónico”, puntualizó el magíster en Investigación de Telecomunicaciones a Alta Frecuencia.

La palabra fue cedida a Héctor Núñez, director de Desarrollo e Investigación del Cendit y Punto Focal de la República Bolivariana de Venezuela ante la Unesco en materia de IA, explicó que desde el 2021 el país participa activamente en las discusiones de normativas sobre el tema. Recordó que la inteligencia artificial forma parte nuestra vida diaria cuando al abrir una página web nos atiende un chatbot (como Caty de Cantv), así como cuando aceptamos compartir datos personales en redes sociales, las cuales nutren, principalmente, al entramado global de información que existe en la nube.

Núñez señaló que la mayoría de los países latinoamericanos están adecuando su infraestructura para el desarrollo de inteligencia artificial, debido a, principalmente, los alcances positivos que tiene en la investigación y procesamiento de información para descubrir posibles cura a enfermedades o acercarse cada vez más a un diagnóstico más temprano. En cuanto al área de formación, añadió que están disponibles cursos relacionados con la materia en instituciones públicas como en Centro Nacional de Tecnologías de Información, ente adscrito también al Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología.

El también investigador en fotónica del Cendit, recalcó que el ser humano siempre tendrá la opción de decidir cuáles datos compartir o no. Asimismo, señaló que el Estado debe garantizar un acceso seguro a esta tecnología, al verificar que los generadores de la misma sean transparentes a la hora de mostrar de dónde provienen los datos usados por los algoritmos.

Prensa Cendit/ Pierina Quintero

Dino Di Rosa – Presidente de la Fundación Cendit