Cayapa Heroica venezolana

Innovación de gestión pública por la vida que desafía el asedio Cuando Yu-k’o pinta bambúes,
los bambúes hechos están ya en su corazón;
su trabajo se parece a la lluvia primaveral,
que hace brotar la yerba del suelo.

Cuando la inspiración le llega, el trueno
parece surgir de la tierra;
diez mil brotes de bambúes apuntan
en las laderas y en los valles.

Hoy sois como Yu-k’o:
hace tiempo que vuestro espíritu
le ha dado alcance al suyo. Chao-Pu-che

Cayapa es una voz indígena, del pueblo cumanagoto, que describe el proceso a través del cual integrantes de una comunidad trabajan en forma colaborativa y voluntaria para satisfacer una necesidad individual o colectiva. Literatura de principios del siglo XX registra que, cuando las necesidades del cultivo hacían imprescindibles muchos brazos, aborígenes ayudaban a quien demandaba auxilio, practicando colectivamente los deshierbes y la recolección de maíces, en una especie de reunión o cayapa.

Cayapa Heroica es el nombre que recibe el programa bolivariano que, en la actualidad, se las ingenia para hacer que áreas vitales funcionen. La Cayapa nació en este país suramericano en el tercer trimestre de 2018, con un noble propósito: servir a la nación, mediante el mantenimiento y el rescate de equipos esenciales, desde el conocimiento de la electrónica básica.

El corajudo ensayo arrancó ante la solicitud de atender una gran cantidad de equipos neonatales, incubadoras específicamente, que estaban fuera de servicio. Gran parte del parque nacional de equipos médicos se había deteriorado, dado que muchas empresas que habían vendido al país equipos médicos dejaron de proveer los servicios de mantenimiento y los repuestos, como consecuencia de las criminales medidas coercitivas unilaterales impuestas por el Gobierno de EE. UU. a Venezuela; sin olvidar la maldición de la obsolescencia programada, pilar clave del capitalismo.

Este convite por la vida, hoy, junta los brazos, los conocimientos, las inteligencias y la creatividad de más de 80 científicos/as y tecnólogos/as del país, formados en universidades y centros de investigación venezolanos. Los primeros pasos de esta cayapa estuvieron enfocados en la recuperación de equipos médicos de la red hospitalaria del populoso estado Miranda. El programa atiende otras áreas estratégicas, además de la salud pública: energía eléctrica, infraestructura, agroalimentación, minería y telecomunicaciones. Para hacer las reparaciones de mayor envergadura, el ejército de la Cayapa aprovecha el equipamiento especializado de los centros de investigación públicos, adquirido a través de financiamiento otorgado por el Estado venezolano.

Los talentos de la Cayapa Heroica sustituyen costosas importaciones para Venezuela. Pero más allá, está el inconmensurable valor humano de cada acción: con cada equipo recuperado, se salvan vidas y se contribuye al bienestar de la población.

La Cayapa constituye una mezcla entre heroísmo y corrimiento. Heroísmo, por cuanto es maravilloso tener la capacidad técnica y el conocimiento para reparar cosas, a partir del principio pedagógico robinsoniano que defiende  la propuesta de aprender haciendo. Corrimiento, porque tuvimos que estar presionados para entender la necesidad de atender localmente el mantenimiento preventivo y correctivo, así como la recuperación de equipos de los sistemas y los servicios públicos de la nación.  

Esta autocrítica significa comprender la importancia de los cambios culturales y la posibilidad de sembrar nuevas pautas de acción en las personas, los grupos y la sociedad en general respecto a la soberanía y a la de(s)colonialidad, frente a ese concepto de “desarrollo” que acaba con nosotros/as y con la Tierra. La exigencia de recurrir siempre a nuestras capacidades y valorar otras formas de conocimiento distintas a la ciencia moderna, no solo cuando estemos acorralados y no tengamos otra opción.

Fuente: Mincyt